Un domingo más, pero con menos personas en las calles. Suficiente para esquivarlas en las ciclovías, y los semáforos a mi favor, y cuando no, simplemente seguir de largo sin mayores imprudencias que adelantarme al paso de los autos.
Al principio pensé en una vuelta rápida, corta. Pero mantuve tal velocidad que las distancias me parecían cortas, y a cada punto límite que planeaba regresar o girar, seguía de largo, un impulso me llevaba más allá. Cuando decidí dar la vuelta pensé en mi familia, que me esperaba, sin importar la hora, pero me esperaban.
Luego seguí hasta el malecón, sin bajar a los parques, seguí adelante, rápido y cantando, mirando el mar calmo, y el horizonte gris oscuro con tímidos rayos de sol. Retiré los audífonos para escuchar el mar. Recordé la otra noche, que me animé a caminar hacia el mar. Y esa noche fue para probarme, para llorar sola, para dejar a la brisa sanar mis heridas.
Esa noche también dejé de escuchar la música para escuchar otra clase de sonidos, el mar rompiendo en la playa, y el eco de las olas subían por el farallón hacia mí para recordarme la inmensidad del mar. Las luces de los autos y los postes, la cruz iluminada que parece estar sobre el mar, se imponían en la noche, parecían las luces de navidad de las casas, rojas y amarillas. Una mirada hacia el otro lado de la bahía, me hicieron recordar que ahora decidió irse a vivir a esa otra parte de la ciudad, qué será de su vida? Qué raro, qué extraño, qué duro es darse cuenta que luego de saberlo todo, no saber nada y que no quieran saber de ti.
Es así? por lo visto sí. Es duro porque como dice la letra "...te di tus sueños y mis alas...", para luego no ser nada.... Yo aún pido que Él la proteja en su camino.
Seguí de regreso a casa. Con la brisa del mar en mi piel, el olor de la tierra húmeda recién regada, y la resolana calentando mi cuerpo, dí gracias por ese día, por esa tarde, porque de alguna manera me fortaleció, y porque a pesar de todo, mis padres esperaban por mí, mis ángeles, el amor sin condiciones, el amor sin pedir nada, el amor gratuito, el amor que hoy me sostiene. Gracias Señor por ellos, gracias porque aún los tengo. Gracias por mis hermanos que sin decir nada, lo dicen todo, y cuando me hablan lo hacen de corazón y con verdad.
Allí les va la letra: Tu Cruz Por La Cara (Rosana: Buenos Días Mundo)
Voy con demasiados sueños locos
Y demasiados siempre son pocos
Voy atravesando el llanto roto,
voy eligiendo mi rumbo segundo a segundo
Y hoy ya se, te vas con lo que tienes, yo te lo di
Vengo a decirte que te lo quedes
No elegí cargar tu cruz por la cara,
no dije media palabra
Lo di todo y no me arrepiento de nada
No elegí hacer de escudo y de espada
Te di tu sueño y mis alas
Pero esta mentira no me la esperaba,
no de ti.
Voy tendiendo el sol desde temprano
por si amanecen tiempos mojados
Voy a corazón desabrochado,
voy eligiendo mi rumbo segundo a segundo
Y yo ya sé, te vas con lo que quieres, yo te lo di
Vengo a decirte que te lo quedes,
no elegí cargar tu cruz por la cara
No dije media palabra,
lo di todo y no me arrepiento de nada
No elegí hacer de escudo y de espada
Te di tu sueño y mis alas
Pero esta mentira no me la esperaba,
no de ti
No elegí, me bebí tu invento, me tragué tu cuento
Y aunque así se aprende a vivir
son cosas pa’ no repetir
Se acabó tu tiempo, ya te vi por dentro
Y aunque así se aprende a vivir…
Y no me arrepiento
No elegí cargar tu cruz con la cara
No dije media palabra,
lo di todo y no me arrepiento de nada
No elegí hacer de escudo y de espada
Te di tu sueño y mis alas
Pero esta mentira no me la esperaba,
no de ti.
Parece que Rosana haya escrito para mí, vaya ego. Pero es tal cual.
Tengo que seguir mi rumbo, y no hay mucha planificación, creo que ando siguiendo impulsos, y el rumbo lo voy haciendo a cada momento. De ese modo se está configurando mi mañana, mi futuro. Se expresa con la experiencia vivida y con el día a día. Solamente sé que en un mes las cosas cambiarán mucho, y dentro de dos aún más. Primero será el trabajo, y luego un nuevo rumbo.
Solo queda seguir como cuando voy en bicicleta, rápido y segura, con el viento en mi rostro, capaz de llevarme a mí misma por donde quiera, no hay obstáculos que no pueda remontar.