No ha sido fácil este largo fin de semana. Ha sido una batalla sin cuartel. Una lucha constante entre mis memorias y el presente. Muy doloroso. La familia ha sido mi apoyo, mi ángel de la guarda camina y ora conmigo. Veo a mi alrededor, mucho amor, mi seres queridos, son las personas en quienes confío. Entonces, qué más puedo pedir? Porque significan el apoyo en este momento de mi vida.
Sin embargo, a pesar de ello, el sollozo, el dolor ha sido lacerante, en diferentes momentos, episodios que no quiero describir más. La manera que he podido sobreponerme, recuperarme, es pensando. Entendiendo que todo depende de mí, tengo que accionar las "teclas" precisas que me ayuden a decidir lo que tengo que hacer para mejorar, para superar, para seguir adelante, tengo que continuar moviéndome, tengo que pensar en mañana.
Solamente de ese modo, pensando en mañana, dejaré atrás el pasado, y eso será poco a poco. De hecho me pedía demasiado a mí misma, no sentir, no extrañar, no evocar. Mi corazón está matando un amor, por eso lloro, por eso sufro hasta ahora. Aunque mi andar y mi mirada siguen de frente, mi alma se mantiene triste de alguna manera, y eso quiero cambiar con todas las fuerzas de mi ser.
Ahora tengo que pensar cómo quiero que sea Mañana, y esa será mi tarea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario