martes, 5 de julio de 2011

Sostener la situación, sostener la actitud

A esta hora de la mañana, más bien de la madrugada, estoy frente no solamente a una pantalla, sino frente a una promesa personal, a una decisión. Comprometerme a realizar una serie de acciones que me lleven a sostener la situación de mantener el equilibrio en mi vida. Basta de titubeos, necesito retomar la batuta, el timón, el testigo, de mi camino, de mi andar.

El domingo me sentí muy amada, tanto que  me olvidé las últimas 3 semanas. Durante horas retrocedí en el tiempo, el mejor tiempo que podemos tener, 26 años atrás. Cuántos caminos, de cuántos instrumentos, de cuántas maneras, se las arregla el todo Poder, para mostrarnos verdades, como si te llevara, tomando tus hombros, hacia un espejo y te haga ver lo que eres, lo que puedes ser, lo que no debes dejar de ser, lo que significamos para quienes nos quieren y rodean. Al finalizar el día corazones puros me rodearon, tan altos que sentía su protección, probablemente no lo sepan, pero fueron un instrumento maravilloso. Mi corazón no pudo contenerse, dí gracias al Señor profundamente, pero volví a recordar.

Empiezo a encontrar el equilibrio, está en el amor que tengo y que me rodea, en las decisiones de mi vida y tengo que sostenerlo, tengo que reconciliarme conmigo misma. Sostener mi propio equilibrio, significa cambiar, cambiar de actitud, una actitud positiva, una actitud que haga sucumbir las dudas, los miedos.

Quisiera nadar como un pez, pero a penas me sostengo, pues, así tratando, como lo he ido haciendo, así, con trabajo, con esfuerzo, nadaré y volaré en mi vida. Mis triunfos trascienden lo material. Las grandes cosas que podamos hacer se hacen con el corazón, por amor.

Ya es tiempo, y seré nuevamente feliz, nuevamente yo por mí.

Sonrían conmigo, porque voy a estar bien.





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