Como en toda batalla esa es la premisa: VIVIR. Y por lo visto la única persona que puede ayudarme soy yo misma. Si bien es cierto que todo este largo proceso es como una batalla interior, porque fuera de todo sentimentalismo y romanticismo, la lucha es interior. Por más que uno sueñe con que el otro regrese sus pasos, sopese, reaccione?, nada de eso es seguro.
Por lo tanto, a pesar que aún no es fácil, y tampoco soy de las que se da por vencida, debo admitir, que es tiempo de dar pase a una nueva página de este epílogo, del epílogo de esta larga historia de 13 años. No hay manera más eficiente, más práctica, para ir transformando mis pensamientos y mis sentimientos. Aún me ato a ellos, aún quiero conservarlos porque son o fueron no solamente importantes en mi vida, fueron mi vida.
Y como todo quien quiere sobrevivir, me agarro a ellos, aún me quiero sostener en ellos, porque fueron mi piso, fueron la superficie sobre la cual empecé a sentar las bases de una vida que enfrentó todo y a todos. Una vida que estaba completa, todas las partes estaban llenas, y cualquier cosa que pasara no me harían tambalear. Me sentía fuerte, invencible.
Por ello aún me aferro, sin embargo, debo aprender a comprender que en los recuerdos no está más la fuerza. Lo que me hacía sentir así de fuerte, era el amor que yo daba y el amor que recibía. Entonces, si es el amor, lo que me hace invencible, no está en los recuerdos, no está en el pasado, está en mí, ahora, en el presente.
Todo puede pasar, las personas, el tiempo, pero esa fuerza no. Mi amor, me hacía invencible. Por lo tanto, esa es mi arma en esta batalla. Descubrir que puedo pelear por mí misma, amarme.
A pesar que yo aún te ame, tengo que seguir mi camino, y caminaré con ese amor que aún siento por tí. Es muy fuerte el sentimiento (sucede que no le puse fecha de caducidad), tanto que me desborda. Esa es la razón por lo que es doloroso.
Pero debo vivir, no es cierto?. Entonces tengo que seguir, y reaccionar cada vez, estar alerta en los momentos que mi paz se vea contrariada. Estamos tomando caminos diferentes, y si algún día lo irreversible se hace reversible ya sabes dónde estoy.
Ya es tiempo que deba descansar, y levantarme cada día ilusionada.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar