Muchas veces utilizamos la palabra "equilibrio", pero entendemos su significado en realidad?, de qué modo la aplicamos en nuestras vidas? Empecé por buscar en el diccionario de la Real Academia su significado, y me llevé una sorpresa cuando leía cada una de sus acepciones:
(Del lat. aequilibrĭum).
1. m. Estado de un cuerpo cuando fuerzas encontradas que obran en él se compensan destruyéndose mutuamente.
2. m. Situación de un cuerpo que, a pesar de tener poca base de sustentación, se mantiene sin caerse.
3. m. Peso que es igual a otro y lo contrarresta.
4. m. Contrapeso, contrarresto, armonía entre cosas diversas.
5. m. Ecuanimidad, mesura, sensatez en los actos y juicios.
6. m. pl. Actos de contemporización, prudencia o astucia, encaminados a sostener una situación, actitud, opinión, etc., insegura o dificultosa.
Cada uno de estos significados se plasma de manera personal en nosotros. ¿Cuántas veces hemos experimentado cada una de estas 6 acepciones en nuestras vidas?, ¿Acaso no hemos tratado de aplicarlas de manera personal y con las parejas que elegimos para pasar el resto de nuestra vida?.
Buscamos el equilibrio cuando una fuerte sacudida, de esas que nos despiertan de nuestro letargo, de esas que nos tiran al suelo sin piedad, nos sacan de la realidad en la que vivimos. Es el momento en el cual nos cuestionamos y vemos por vez primera el daño de los errores no subsanados, las heridas originadas siempre por el eterno orgullo o por el temor de sentirnos vulnerables ante los demás, ante la persona que amamos.
¿Por qué tenemos la necesidad de buscar equilibrio en nuestra vida?, pues para ser felices.
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